Sobre la Libertad, a propósito de las
elecciones del 2014 en Costa Rica
Por Ricardo Vilchez Navamuel
El diccionario de la Real Academia Española la define en su primera acepción de la siguiente
manera: libertad. (Del lat. libertas,
-ātis).1. f. Facultad natural que tiene el hombre de obrar
de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.
En Costa Rica desde hace muchos años
tenemos una clara conciencia de lo que es libertad y de las diferentes libertades en general, aunque en el campo
económico la libertad estuvo durante un tiempo un poco oprimida, cito algunos
ejemplos: hemos tenido banca estatal y
monopolios estatales por muchos años. No hemos privatizado absolutamente nada,
aunque si hemos hecho camino hacia la apertura. Hoy, la verdad es que hemos
avanzado por este sendero y los costarricenses podemos disfrutar de ello.
Los
“ticos”, así se le conocen a los costarricenses, disfrutamos de estas
libertades, las admiramos y realmente no creo que podamos vivir sin ellas. Hablo de la libertad política, de expresión, de la libertad de
prensa, de la libertad de culto o
sistema religioso y de la libertad
económica (donde a mi juicio hemos “pecado”) y también debemos de incluir acá
la equidad de género como otra libertad que aún hoy sigue disminuida sea en la
participación política de las mujeres o en el reconocimiento salarial
equitativo.
Digo todo esto, porque de pronto en
casi un cerrar de ojos, tenemos un partido político heredero del comunismo, con
un candidato que hasta hace muy poco se declaraba “comunista a mucha honra”
y admirador del chavismo de Venezuela - hoy
lo niega por cálculo electoral y nos recuerda que eso mismo hizo Fidel Castro
en Cuba y el mismo Chávez en Venezuela - ha sobrepasado todas las expectativas electorales y al
momento presente y aunque con muy poca
ventaja, se encuentra hoy en los
primeros lugares de las encuestas para las elecciones del febrero de este año.
Este candidato joven y actual
diputado, ha logrado convencer a una
buena parte del electorado cansado de los políticos tradicionales, de que él
podría ser Presidente de Costa Rica.
Esto representa un verdadero peligro
para un país que tiene una tradición democrática ejemplar en América Latina y
en el mundo. Podemos perder todas las conquistas que hemos logrado tal y como les ha pasado a países como Cuba y
Venezuela.
La buena noticia es que de acuerdo a
las mismas encuestas, ningún candidato alcanzará el 40% en las elecciones de febrero de este año y
deberemos de ir a segundas en abril próximo.
Los costarricenses que están hoy
optando por el candidato comunista, deben replantear su decisión de voto
pensando en Costa Rica y no en ideales trasnochados, nada novedosos y sí
catastróficos como sí lo han hecho todos los países que han tenido regímenes
comunistas. Esos costarricenses se dejaron
llevar por un discurso populista con un candidato que quedó demostrado
quiere engañar a la gente.
Esperemos que poco a poco se den
cuenta del error que sería votar en este sentido y que en estos 15 días que faltan para las elecciones, puedan recapacitar y reorientar su voto por
COSTA RICA, por esa forma de vida que disfrutamos, que queremos y que es admirada
en muchos países y envidiada en algunos otros.
Costarricenses no pongamos en
riesgo nuestra libertad y nuestra
democracia, hagamos una Costa Rica mejor, votemos con conciencia.
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