viernes, 28 de febrero de 2020

CONCEPTOS DE DIOS

Por Ricardo Vilchez Navamuel


Al presente, consciente o inconscientemente, los humanos creyentes cuando decimos que creemos en Dios, en realidad lo que estamos tratando de decir, es que creemos en nuestro particular concepto de Dios, provenga de una religión o de un concepto propio de ese vocablo. Así, manejamos tres ideas básicas del concepto de Dios que, al mismo tiempo, mezclamos y confundimos. No importa el sistema religioso al que pertenezcamos, da igual, es un estado de conciencia que la humanidad en general tiene hoy.

Por un lado, el del dogma, por lo general lo que nos imponen las religiones, que con lleva temor y pecado, una forma de controlar nuestras mentes. Por otro, con el que conversamos, a quien le rezamos y oramos, en parte por imposición del dogma, pero también de lo que percibimos a través de la intuición, algo que sentimos, trasciende. Y, por último, lo que de alguna manera y no muy comprensible, conceptuamos inimaginable, todo poderoso inconmensurable.

La primera idea contempla el concepto que el sistema religioso impone, sea porque lo dice, “El libro sagrado”, “La palabra de Dios” o porque lo impone de manera dogmática, en el caso del cristianismo, la Iglesia Católica o los diferentes tipos de cristianos protestantes. Así tenemos: Primero Yavé, después Jesús y luego la Santísima Trinidad; este es el camino religioso, el de los dogmas que no se pueden cuestionar.

La segunda idea considera un concepto de Dios más personal, tiene que ver con algo que sentimos más íntimo cada uno de nosotros, es al que le oramos o rezamos de manera inconsciente y a veces conscientemente y del que tenemos una imagen propia, condicionada eso sí, con los dictados del     sistema religioso o de la cultura en la que vivimos. Si somos lo suficientemente osados e intrépidos y nos atrevemos a zafarnos o independizarnos intelectual, mental y espiritualmente del sistema religioso, podemos empezar un camino diferente. En este camino, podremos darnos cuenta, que en los “libros sagrados” se pueden encontrar atisbos de ello: “Tú, cuando ores, entra en tú cámara y cerrada la puerta, ora a tú Padre que está en lo secreto; y tú Padre, que ve en lo escondido te recompensará”. Mateo 6,6. Tal y como lo interpretamos, este versículo estaría refiriéndose a lo que hemos llamado; el Unigénito, la Chispa Divina, el Cristo Interno, el Maestro, el Ángel de la Guarda, el Yo Superior, el Yo Soy, el Padre e inclusive hoy le empiezan a llamar, el doble cuántico, etc. Es con este concepto de Dios, como se puede iniciar la búsqueda de lo que trasciende, el camino de la espiritualidad.

La tercera idea contempla el concepto que tenemos de Dios creador del “Big Bang”, de todas las galaxias, de todas las estrellas y de todos los sistemas estelares y solares, el Dios Cósmico, el Dios Universal, el Gran Arquitecto. Es un concepto de Dios que se nos hace muy lejos de un Dios personal, perdonando los pecados o castigando a los pecadores. 

Este modelo tiene que ver más con una presencia de todo lo existente, con una energía creadora que lo anima todo y que no concebimos en realidad en nuestra mente humana, omnipotente, omnipresente, difícil siquiera de imaginar, creador o impulsor, de lo visible y de lo invisible, de los universos y multiversos.

Observamos pues, diferentes conceptos de Dios y estos a la vez, determinan una perspectiva religiosa y otra, más espiritualista.

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