sábado, 30 de marzo de 2019

LA DEMOCRACIA EN EL SIGLO XXI y lo que nos ha faltado en la mayoría de ellas.

Por Ricardo Vilchez Navamuel


UN POCO DE HISTORIA

La democracia de hoy no puede ser comparable a la de hace 2000 años, ni a la de hace 100 años y ni siquiera a la de hace tan solo 50 años. ¿Por qué? Porque hoy no podemos visualizar y aceptar la democracia sin libertad. El concepto democrático moderno, podríamos decir  tiene sus primeras influencias en la Declaración de los Derechos de Inglaterra de 1689, En la Declaración de los Derechos de Virginia de junio de 1776 y en la Declaración de la Independencia  de USA, el 4 de julio de 1776.

Pero fue en el Siglo de la Ilustración, cuando Francia aportaría su mayor influencia a la Democracia,  por tener en su pensamiento un fuerte contenido político. Allí, en ese Siglo, se entendía que la misión del Estado era defender el Derecho Natural que tienen todos los hombres a la vida, la libertad y la prosperidad y que por lo tanto, el Estado debía de ser representativo y liberal. Esto, porque los políticos franceses de la Ilustración se oponían a las monarquías absolutas y querían un sistema o régimen sustentado en la igualdad, la fraternidad y la libertad.

El 27 de agosto de 1789 la Asamblea, que se había nombrado así misma Asamblea Nacional Constituyente, hace la “Declaración de los derechos del hombre y el ciudadano”,  que serviría de base en todas las declaraciones del siglo XIX y del siglo XX.  Esta declaración con contenido moral y político, prepara el camino de un nuevo modelo de Estado, el Estado de Derecho, el de los ciudadanos, democrático y nacional.
Según  el escritor sueco Johan Norberg, Suecia era en 1870, más pobre de lo que es el Congo hoy  y la gente vivía veinte años menos de lo que se vive en la actualidad en los países en vías de desarrollo.
De acuerdo a “Freedom House”, en 1900 dominaban las monarquías y los imperios, “había 25 países con prácticas  democráticas restringidas” y no había ningún Estado al que se le pudiese considerar como una democracia electoral moderna, similar al menos, a las de los años 80. En Gran Bretaña al igual que pasaba en Estados Unidos con los ciudadanos negros,  se rechazaba el derecho al voto de la mujer. Para esta misma fecha,  había únicamente 55 estados soberanos. El resultado era, que solo el 12.4% de la población mundial vivía en esas condiciones. Y el resto de esa población, el 87.6% ¿cómo lo hacía?
  
En este mismo año, 1900, en España, las mujeres seguían careciendo  de derechos legales. El 66% de las mujeres eran analfabetas frente al 47.5% de los hombres.  En New York, el 8 de marzo de 1908, 130 mujeres murieron quemadas por un incendio provocado, después de tratar de reivindicar mejores condiciones de trabajo. En 1912, mujeres chinas invadieron  el Parlamento para reclamar el derecho al sufragio. Y no fue sino hasta 1929 que lo consiguieron  en Inglaterra.
Después de la segunda guerra mundial y la derrota del totalitarismo nazi se produjo un aumento de los estados democráticos. 
En 1948 ocurre algo insólito, casi imposible de pensar: Costa Rica, un pequeño país de Centroamérica, decreta la abolición de su ejército. Se empieza a romper un paradigma hasta ese momento vigente en los estados soberanos  y del ser humano. Por primera vez se contemplaba la posibilidad de vivir en democracia sin contar con las armas. 

En ese mismo año, el 10 de diciembre, una de las fechas más importantes de la historia humana,  se hace La Declaración de los Derechos Humanos,  donde  se reconocen por primera vez  los derechos de cada persona sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento, o cualquier otra condición, al tiempo que reconoce el derecho a la intimidad, a la educación, al bienestar y al disfrute del tiempo libre….

Hacia mediados del siglo XX había 22 democracias que representaban ya el 31% de la población mundial y se sumaban 21 estados con prácticas democráticas restringidas o democracias emergentes, representando el 11.9% de la población del globo. En total, para 1950, había  80 estados soberanos. 
No hace ni 50 años, desde que la estadounidense negra Rosa Parks se negó a ceder su asiento a un blanco en un autobús de Alabama y se desencadenó todo un movimiento en pro de los derechos civiles en los Estados Unidos de Norteamérica. El sufragio universal llegó a Nueva Zelanda en 1893, Australia en 1901, Finlandia en 1906, Estados Unidos en 1920, España en 1931, Francia en 1945 y en  Suiza  no llegó hasta 1971.
 El estudio clásico de Jeffrey  Sachs y Andrew Warner de 117 países entre los 70 y 80, mostró que “las naciones en desarrollo abiertas tenían una tasa de crecimiento anual del 4.5% comparado con el 0.7% de los países en desarrollo cerrados y  el 2.3% de las naciones industrializadas abiertas.
Según Johan Norberg,  de acuerdo con estadísticas oficiales de los distintos gobiernos, Naciones Unidas y Banco Mundial, todas estas señalan  en la dirección de que la humanidad nunca antes había estado mejor. Un logro dramático de las tres  últimas décadas.
En los últimos 30 años, el hambre crónica  y el trabajo infantil se han visto reducidos a la mitad en los países en desarrollo. En los últimos 60 años la expectativa de vida ha subido de 46 a 80 años y la mortalidad infantil ha sido reducida  del 18% al 8%. Para el año 2000 ya podíamos contar con 192 estados soberanos. De estos 192 países, 120 están representados por democracias liberales, algunas de ellas muy frágiles, con las que estamos moralmente obligados a  cooperar. Como resultado de esto, hoy podemos decir que  el  58.2% de la población mundial vive en ambientes democráticos liberales. 
En cuanto al ingreso promedio de los países en desarrollo, tan solo en una generación, se ha duplicado. De acuerdo a PNUD (Programa de Desarrollo de Naciones Unidas), en los últimos 50 años la pobreza global ha disminuido más que en los últimos 500. El número de pobres absolutos (los que viven con menos de 1 dólar al día) ha disminuido, de acuerdo al banco Mundial, en 200 millones de personas en los últimos 20 años, habiendo crecido la población mundial casi una treinta por ciento.
En la Asamblea General de las Naciones Unidas efectuada en la 8ª sesión plenaria del 8 de septiembre de 2000,  se aprobó la declaración del Milenio que en su artículo 24 dice así: “No escatimaremos esfuerzo alguno por promover la democracia y fortalecer el imperio del derecho y el respeto de todos los derechos humanos  y las libertades fundamentales internacionalmente reconocidos, incluido el derecho al desarrollo”.

CONFUSIÓN EN EL CONCEPTO. Al aparecer la democracia liberal y los Estados representativos, aparecieron también otras tendencias de democracias con contenidos sociales y socialistas, como el Social Cristianismo y la Social Democracia, que tenían al principio entre sus  ideologías gran contenido socialista. Al mismo tiempo el socialismo y el comunismo conquistaron a mucha gente y contemplaron conceptos “socialistas democráticos” como la democracia de asambleas o populares. Así, en los países socialistas después de la 2ª Guerra Mundial, podíamos ver como existía la República Democrática Alemana, conocida como Alemania Oriental  o Alemania del este, siendo parte de la URSS, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas o de la misma Cuba que se considera a sí misma una democracia popular. Veamos el ejemplo de la República Popular de China que según su Constitución establece que: "Es un estado socialista bajo la dictadura democrática popular liderada por la clase obrera y basada en la alianza de trabajadores y campesinos" y que los órganos estatales "aplican el principio del centralismo democrático".

Como podemos ver, el concepto moderno de la democracia liberal que se inició con la Declaración del 27 de agosto de 1789 en Francia, ha sido manipulado, perversamente para manipular a las masas. 

Mientras vemos, como los comunistas, los socialistas y los islamistas promueven, defienden y enseñan masivamente sus ideologías desde temprana edad  en las escuelas y colegios,   nosotros los demócratas hemos sido muy lentos para defender, enseñar y promocionar la democracia.


ALGUNAS COSAS QUE HEMOS DEJADO DE HACER:

A-  Enseñar a nivel masivo la democracia desde los 6 años y hasta los 17 años. La educación cívica notoriamente ha sido insuficiente y no alcanza el entendimiento de la democracia en los individuos.
B-     Defender y promover más la democracia con conciencia.
C-     Defender y promover más Los Derechos Humanos y denunciar permanentemente a los países   que no los respetan.
D-   Debemos de pasar del nivel de la democracia básicamente electorera a un nivel de democracia  superior tal y como lo han hecho los países nórdicos.
E-    Debemos procurar fortalecer  más la institucionalidad democrática.
F-   Es necesario mejorar y fortalecer la Carta Democrática Interamericana. Se debe de hace énfasis en la defensa de las instituciones democráticas,  de la libertad, del Estado de Derecho, de la división de poderes y crear sanciones a los gobiernos que en el ejercicio del poder, atenten en contra de todo ello.
G-    Es necesario fortalecer una cultura  de libertad, de paz y de defensa de la democracia y de los derechos humanos.
H-  Indispensable crear una instancia mundial que defienda la democracia. Desde hace 17 años proponemos la creación de un ALTO COMISIONADO PARA LA DEMOCRACIA
I-     Es necesario una DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LA DEMOCRACIA  de manera  que no queden  dudas de lo que representa la democracia hoy.
J-   Hay que proponer la redefinición de la democracia tal y como la entendemos hoy. Nuestra propuesta al DRAE ya hace muchos fue: Democracia: f. doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno… en condiciones ideológicas y políticas de libertad”
K-   Debemos de dejar de ser alcahuetes con el gobierno castrista de Cuba y recordar que, desde sus comienzos, la Revolución cubana tenía como principio de su  política exterior "exportar el socialismo". Pero también debemos de aceptar alguna culpa,  pues en términos generales, casi todos los gobernantes de países demócratas occidentales durante 60 años consintieron y alcahuetearon de cierta manera el régimen castrista comunista de Cuba. Allá iban los gobernantes a tomarse la foto con el dictador. Por eso, en alguna medida, somos hoy corresponsables de lo que ha sucedido en América Latina.

Es indiscutible que la democracia es el sistema de gobierno que ha permitido  y  ha aportado más con sus logros,  por una convivencia  con mayor bienestar social, económico, paz, libertad y desarrollo humano. 
Los datos nos permiten visualizar, que todavía hay mucho que hacer.  Tal y como lo  hemos señalado en otras oportunidades, la democracia es un proceso, evoluciona como lo hace la humanidad y debemos  hacer todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar  y enseñar a que otros Estados  logren lo más rápido posible el bienestar para sus pueblos.  

No podemos negar que a finales del Siglo XX y en las décadas del Siglo XXI, ha habido un retroceso de la democracia y de la libertad en algunos países, que por vía democrática crearon gobiernos dictatoriales y peor aún narco-estados como el de Venezuela.  Pero no es un asunto de la democracia;  sino más bien, culpa de los gobernantes y gobiernos de algunos países que no hicieron lo posible por  enseñar y  mejorar sus sistemas democráticos y aportar más desarrollo humano.

Y también es innegable que hay países que han mejorado sus democracias, sin embargo, esto lamentablemente los medios no lo destacan.

LA DEMOCRACIA EN EL MUNDO - 2018

Democracias plenas                       20 países      12%   de los países       4:5%     de la población
Democracias defectuosas             55 países      32.9% de los países      43.2%   de la población
Regímenes híbridos                       39  países      23.4 % de los países    16.7%   de la población
Regímenes autoritarios                 53 países      31.7 de los países         35.6%   de la población

Es de resaltar que, 10 democracias parlamentarias monárquicas europeas están entre el grupo de las 19 consideradas plenas, según el ranking mundial del 2016;  contrario a los críticos de la monarquía, que aseguran que esta forma de estado no es no es compatible con la democracia.

Según el índice mundial de libertad económica del 2016, 12 de los 19 países que tienen democracias plenas están entre los primeros 20 lugares de libertad económica, en otras palabras los países con mejores índices democráticos de hoy son democracias liberales. La democracia hoy, la del presente, no puede dejar ser liberal, pues las personas naturalmente se identifican con la libertad, es algo inherente al ser humano. 

Y el informe anual de Freedom House del 2019, destaca  a los países nórdicos como los más libres, ocupando las primeras posiciones. De los 20 primeros de la tabla se encuentran 14 países de Europa, con la sorpresa de que Uruguay ocupa el sexto lugar de esta lista.
Por lo tanto, democracias modernas, además de tener sus propias características, deben contemplar: libertad política, libertad económica, libertad de expresión, libertad de culto y libertad de género (como una libertad más); sin descuidar los derechos humanos.

También, los demócratas del mundo, debemos de hacer autocrítica, y reconocer que hemos sido lentos en cuanto a la enseñanza de la democracia; comparados a lo que sí hicieron los países socialistas, comunistas y musulmanes, que enseñaron y siguen enseñando sus ideologías desde los 7 años.

Costa Rica figura en el índice de Democracia del 2018, en el último lugar (20) entre las democracias plenas, siendo parte de esa sobresaliente lista, sin embargo ocupa el 61 lugar en libertad económica.

Venezuela para el 2016 era considerado entre los países con regímenes híbridos, en el índice del 2019,  figura ya, en la lista de los países  con regímenes autoritarios y dictatoriales con el número 134.

La democracia indiscutiblemente ha contribuido, en un tiempo muy reducido, a un progreso humano jamás igualado en toda su historia. La ONU la considera ya como un índice de desarrollo humano.

Si en algunos países la democracia ha fallado, no ha sido por ella misma, sino más bien por los gobernantes, sus intereses personales, ideológicos y en algunos casos, como lo hemos visto en América Latina,  quienes buscando la senda dictatorial se visten de demócratas, como el mismo Hitler lo hizo, para alcanzar el poder y después destruirla.

Pero la evidencia y los hechos están ahí: ¿Por qué la democracia  funciona tan bien en unos países y en otros no? Algunas personas manifiestan, que es un asunto de cultura y que nos llevan mucha ventaja, yo no estoy seguro de eso, pues vemos países como Uruguay, Nueva Zelanda y  Mauricio, que se encuentran entre las 20 democracias consideradas plenas.








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